JG-6

Pues el segundo tomo es más de lo mismo respecto del primero, como por otro lado es previsible. Es una pena que una aventura tan apasionante aparezca reducida a historia político-militar. De todos modos, no deja de aparecer con grandeza la epopeya de un hombre que llegó a dominar desde la Guayana hasta Bolivia prácticamente sólo con su prestigio, y cómo en apenas un par de años ese auténtico imperio sin emperador se fue al traste por las envidias, las ambiciones y las crueldades. Bolívar acabó su vida desterrado, en casa de "uno de los pocos españoles que había dejado con vida en Colombia" (como bien dice Madariaga) y abandonado de todos, mientras su obra se hacía pedazos. Él gustaba de equiparase con Napoleón, pero a mí me suena más a Alejandro, aunque sin la autoridad de éste para dominar a sus segundones, que se repartieron el pastel incluso antes de morir el Libertador. Ya moribundo, todavía trata al presidente de Colombia como un mero subordinado y cree que el pueblo le reclamará para que sea su dictador. Una estampa patética y emocionante.

Madariaga afirma claramente que es la sed de gloria de Bolívar la que le mantuvo en pie, creó su obra y la destruyó. Para los pueblos "liberados", el remedio fue mucho peor que la enfermedad, y mejor les hubiera ido bajo dominio español. Sin embargo, Madariaga se desentiende por completo de los aspectos sociales, económicos y ya hasta culturales de la emancipación americana, centrado en los avatares de la vida de su personaje, narrada casi día por día. Con eso no se explica la historia. Por eso, no se entiende cómo pudo Bolívar levantar su imperio (de repente, se lo encuentra uno con poder para conquistar Perú, sin que sepamos cómo lo ha conseguido) y cómo pudo después caer. En suma, una biografía minuciosa, pero poco inserta en la historia. ( )