Una historia de cierta intriga, de amores entre una monja exclaustrada a la fuerza por la guerra civil y un pueblerino al que los tiros le pillaron en Albacete como podían haberle pillado en cualquier otra parte. Es, sin duda, el libro más logrado de Miguel Ángel. Se lee con mucho agrado y hasta con interés. Consigue mantener la intriga y, desde luego, es un hábil narrador. Sin embargo, como en los demás, y como en los artículos, peca de maniqueísmo, aunque aquí esté algo más moderado. Por lo demás, la historia se parece demasiado, salvando detalles, a "Irma la dulce", incluso en la descripción de algunos ambientes. No es que sea Cervantes, pero probablemente, a la vista de lo que se publica por ahí, este hombre merezca algo más de éxito. ( )