Desde los aǫs noventa muchas organizaciones humanitarias internaƯcionales se lamentan de la creciente tendencia de los poƯdeƯres públicos a obstaculizar o instrumentalizar su actividad. Víctimas de la confusión entre lo militar y lo humanitario, y de la hostilidad de los estados posƯcoloƯniales, estas organizaciones exƯpeƯrimentan más dificultades que nunƯca para prestar asistenƯcia a las poblaciones afectadas por guerras, epidemias y catástrofes naturales. Este libro propone abordar bajo un nuevo prisma las difiƯculƯtaƯdes a las que deben enfrentarse las organizaciones de ayuda. BasánƯdose en las expeƯriencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en una docena de países, los autores se alejan del postulado seƯgúƯn el cual existiría un espacio a priori legítimo para la acción humanitaria, espacio que habría que defender en nombre del DeƯreƯcho y de la moral contra todo intento de instrumentalización. Demuestran que la libertad de acción de las ONG es el resultado de llegar a un acuerdo entre sus intereses y los de los poƯdeƯres imƯpeƯrantes (estados, grupos armados, fuerzas políticas, agentes económicos, organizaciones transnacionales, etc.). En dichas tranƯsacciones, los objetivos humanitarios pueden llegar a desdibujarse hasta quedar irreconocibles. Y de ahí surge la pregunta que subyace en esta obra: ¿qué es lo que se considera un acuerdo aceptable desde la perspectiva de una organización humanitaria como MSF? Con motivo de su cuarenta aniversario, MSF ha decidido compartir su experiencia en el ámbito de la negociación humanitaria. ReconsƯtruyendo la evolución de sus aspiraciones, de los obstáculos con los que se ha encontrado, y de las maniobras políticas que han permitido (o no) superarlos, este libro pretende contribuir al debate en torno a las prácticas y los objetivos de la acción humanitaria contemporánea.