La obra de Xul Solar dentro de la dimension estrecha de sus formatos se abre al mundo infinito de lo imaginario, de la cara invisible de las cosas, del mas alla del presente; descubre las arquitecturas construidas o naturales del pais lejano. En ese mundo interior, por lo tanto tan cercano al corazon, no reina ningun desorden, ningun azar. Lo imprevisible se convierte en evidencia. Todo obedece a las leyes secretas que rigen los planetas como a la menor particula del universo. Las figuras se resumen a su osamenta, al movimiento que las arrastra, a las fuerzas que simbolizan. su juego se desenvuelve como una danza sagrada (Jaques Lassaigne).