Fernando Martinez-Gil

Martínez Gil, influido por la escuela de los Annales, por entonces recién descubierta en España, se propone hacer un estudio de antropología histórica. Es decir, que no se trata de demografía histórica ni se centrará en las élites, sino que tratará de conocer y, sobre todo, comprender qué hacían los españoles del siglo XVII (sobre todo los toledanos) a la hora de morir, y por qué lo hacían. Lo mejor es esta voluntad de comprensión del sujeto histórico, sin juzgarlo con criterios actuales. Por ejemplo, es interesante la insistencia en que los hombres y mujeres de la época creían realmente que la muerte implicaba dos planos paralelos, el del cuerpo y el del alma, y que ambos son verdaderos e incluso eran "visibles"; por eso, los dos planos que aparecen en obras como "El entierro del señor de Orgaz" son ambos totalmente realistas para la gente del momento. Las acusaciones de fantasiosidad o de adoctrinamiento están fuera de lugar. Por otro lado, el autor se centra en la gente corriente, y para ello utiliza los testamentos, junto con sermonarios y disposiciones eclesiásticas. El resultado es un buen estudio, aunque ciertamente no dejan de notarse los años, porque desde 1984 hasta hoy la antropología histórica ha avanzado mucho.… (meer)