Xose A. Neira Cruz
Auteur van O arminho dorme
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Fotografie: De Adrián Estévez (Estevoaei) - w:gl:Ficheiro:Xosé_Antón_Neira_Cruz.jpg, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9762906
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Werken van Xose A. Neira Cruz
Asi Viviu Paio Gomez Charino / Like That Lived Palo Gomez Charina (Galician Edition) (1997) 3 exemplaren
María está a pinta-lo mar 2 exemplaren
A noite da raiña Berenguela 1 exemplaar
Mambrú, cociñeiro de perfumes 1 exemplaar
A memoria das árbores 1 exemplaar
O ARMINHO DORME 1 exemplaar
La noche de la reina Berenguela 1 exemplaar
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Jan estivo alí door Xosé A. Neira Cruz
Mentres tanto, esta maravilla de Neira Cruz e David Soler, que tiña enfrente do meu nariz e non me decatarar. Cómo explicar un cadro ás crianzas contando a historia dun neno escondido na pintura. Unha alfaia da colección Árbore de Galaxia.
Na catedral de Santiago una raíña dorme o seu sono de pedra. Unha noite no ano, cando o ceo de Compostela se enche de luces, a raíña Berenguela acorda e percorre a cidade para contaxiar súa beleza a todas as mulleres que atopa no seu camiño.
Mambrú marchou á guerra... pero xa regresou. E agora busca nova profesión. ¿Alguén ten algunha suxestión? Polo de pronto, o bo de Mambrú xa atopou un oficio para comezar. A partir de agora vai ser... cociñeiro de perfumes.
O comezo da obra coa popular canción atrae a atención do alumnado e fai que se interesen pola nova vida de Mambrú.
O comezo da obra coa popular canción atrae a atención do alumnado e fai que se interesen pola nova vida de Mambrú.
Como todos los años, uno de los primeros regalos de Reyes que recibo es éste. Gracias Antonio.
En esta ocasión el texto cedido por Xosé A. Neiras Cruz es un bello y sensible relato que arranca de una tradición china que desconozco si es real o inventada, pero sea como fuere la quiero para mí.
“Contradiciendo el rumor general, los chinos también se mueren, y para demostrarlo de forma fehaciente, la familia Fei organizó una exequias fúnebres para la anciana señora Huao, la abuela de la casa, quien había llegado al último día de su vida, a miles de kilómetros de su aldea de origen, tan silenciosa como probablemente siempre había sido. Las puertas del Dragón Rojo permanecieron cerradas durante una semana, y realmente si muchos vecinos se percataron de lo sucedido fue porque, a lo largo de ese tiempo de duelo, no fue posible degustar los riquísimos rollitos de primavera por los cuales el restaurante era conocido en toda la ciudad.
“—¿Qué les ha pasado a los chinos? —preguntaba la gente, sin pararse a leer la nota necrológica pegada en la puerta de cristal del establecimiento. […]
“—Ahora que se ha ido, pienso que pude hacer algo más por entenderla un poco mejor —susurró Li con pena, contemplando algunos objetos de la muerta depositados, a modo de pequeña exposición, en aquel cuarto de la casa. […]
“y una pequeña arqueta de madera lacada decorada con la imagen de una cabeza humana recostada sobre un almohadón de color rojo. Dirigí mi atención hacia este último objeto. Consciente de mi interés, Li se acercó y, accionando un diminuto cerrojo camuflado entre la decoración, levantó la tapa curvada de aquel recipiente.
“—Es la almohada de mi abuela —dijo mientras realizaba esa acción. […]
“En el interior de la almohada de la señora Huao había nueve pequeños libros de tapas forradas en seda de distintos colores.”
Las ilustraciones a lápiz o carboncillo son sugerentes y se integran perfectamente en la narración.
Os aseguro que su lectura es una delicia.
--
Neira Cruz, Xosé A. Los libros de la almohada / Xosé A. Neira Cruz ; ilustraciones de Irene Fra. -- Madrid : Anaya, 2007. – [32] p. : il. -- D.L. M 50519-2007
I. Fra, Irene, il. II. Título.
821.134.2-32”20”… (meer)
En esta ocasión el texto cedido por Xosé A. Neiras Cruz es un bello y sensible relato que arranca de una tradición china que desconozco si es real o inventada, pero sea como fuere la quiero para mí.
“Contradiciendo el rumor general, los chinos también se mueren, y para demostrarlo de forma fehaciente, la familia Fei organizó una exequias fúnebres para la anciana señora Huao, la abuela de la casa, quien había llegado al último día de su vida, a miles de kilómetros de su aldea de origen, tan silenciosa como probablemente siempre había sido. Las puertas del Dragón Rojo permanecieron cerradas durante una semana, y realmente si muchos vecinos se percataron de lo sucedido fue porque, a lo largo de ese tiempo de duelo, no fue posible degustar los riquísimos rollitos de primavera por los cuales el restaurante era conocido en toda la ciudad.
“—¿Qué les ha pasado a los chinos? —preguntaba la gente, sin pararse a leer la nota necrológica pegada en la puerta de cristal del establecimiento. […]
“—Ahora que se ha ido, pienso que pude hacer algo más por entenderla un poco mejor —susurró Li con pena, contemplando algunos objetos de la muerta depositados, a modo de pequeña exposición, en aquel cuarto de la casa. […]
“y una pequeña arqueta de madera lacada decorada con la imagen de una cabeza humana recostada sobre un almohadón de color rojo. Dirigí mi atención hacia este último objeto. Consciente de mi interés, Li se acercó y, accionando un diminuto cerrojo camuflado entre la decoración, levantó la tapa curvada de aquel recipiente.
“—Es la almohada de mi abuela —dijo mientras realizaba esa acción. […]
“En el interior de la almohada de la señora Huao había nueve pequeños libros de tapas forradas en seda de distintos colores.”
Las ilustraciones a lápiz o carboncillo son sugerentes y se integran perfectamente en la narración.
Os aseguro que su lectura es una delicia.
--
Neira Cruz, Xosé A. Los libros de la almohada / Xosé A. Neira Cruz ; ilustraciones de Irene Fra. -- Madrid : Anaya, 2007. – [32] p. : il. -- D.L. M 50519-2007
I. Fra, Irene, il. II. Título.
821.134.2-32”20”… (meer)
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- 50
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- Waardering
- 4.2
- Besprekingen
- 4
- ISBNs
- 30
- Talen
- 4