Ramón López Velarde (1888–1921)

Pienso que leer poesía es más una experiencia que un ejercicio de memoria o de comprensión. La poesía, más que leerse, se oye y se siente. Velarde, con este volumen de obras (no) completas, me ha regalado una experiencia sin igual. Hay algo en sus rimas extrañas, en sus imágenes, en sus ambientes citadinos y provincianos, religiosos y eróticos, recatados y expresivos, que nunca fallan en cautivarme. Gran poema tras gran poema, para culminar luego en la cornucopia deliciosa que es la "Suave patria". Al final, su prosa, confusa y bella, no deja de ser nunca poesía.

En fin. No puedo decir más. Sólo me queda repetir (como verde loro de relámpago) lo que dijo Tablada:

"¡Qué triste será la tarde
Cuando a México regreses
Sin ver a López Velarde!"… (meer)

López Velarde pasa por ser uno de los principales poetas mexicanos. En esta antología lo veo pasar del último romanticismo un poco ñoño al modernismo y a cierta poesía patriótica (temas populares, los pueblos, las provincias, y el poema final dedicado a "La suave patria"). Lo que más me ha gustado es la poesía modernista, al estilo de Rubén Darío, al que llega a citar expresamente, y algunos poemas que resultan bastante inspirados. Hay uno, dedicado a los dientes de la amada, en el libro "Zozobra", particularmente bonito. Tiene imágenes muy sugerentes. Pero no mucho más.… (meer)