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Bezig met laden... Marie Antoinette (1932)door Stefan Zweig
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La vida de una de las reinas más conocidas de la historia es tratada con lente de aumento. Se revelan los aspectos menos difundidos de la esposa de Luis XVI, reina de Francia, que, de una infancia feliz y una fulgurante fama llena de secretos que aquí se revelan, llegará a un trágico final en la guillotina. geen besprekingen | voeg een bespreking toe
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Stefan Zweig based his biography of Marie Antoinette, who became the Queen of France at the age of fifteen, on the correspondence between her and her mother, and her great love the Count Axel von Fersen. Zweig analyzes the chemistry of a woman's soul from her intimate pleasures to her public suffering as a Queen under the weight of misfortune and history. Zweig describes Marie Antoinette in the King's bedroom, in the enchanted and extravagant world of the Trianon, and with her children. And in his account of 'The Revolution', he describes her resolve during the failed escape to varennes, her imprisonment in the Conciergerie and her final tragic destiny under the guillotine. Zweig's account has been the definitive biography of Marie Antoinette since its publication, inspiring Antonia Fraser and the recent film adaptation. Geen bibliotheekbeschrijvingen gevonden. |
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Google Books — Bezig met laden... GenresDewey Decimale Classificatie (DDC)944.035092History and Geography Europe France and region France Bourbon 1589-1789 Louis XVI 1774-92LC-classificatieWaarderingGemiddelde:
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Además del tema de las fuentes, que resulta bastante llamativo, he observado que se centra en determinados momentos y salta elegantemente sobre amplios períodos. De este modo, bruscamente, María Antonieta pasa de ser adorada por su pueblo a oscuramente aborrecida sin que sepamos bien por qué, más allá de que los malos de la historia (los revolucionarios, claro: Zweig escribe en el período de entreguerras) lanzan mentiras sobre ella. Tampoco conocemos casi nada sobre el entorno social, económico o cultural. Aquí puede pensarse, con razón, que esto es una biografía, no un tratado sobre el fin del Antiguo Régimen, pero sin ese contexto no puede entenderse el destino de la desdichada reina.
Pero esta falta de rigor profesional, disculpable porque, como digo, él no es un profesional de la historia, se suple con lo condenadamente bien que escribe este hombre. Es un tópico decir que esto se lee como una novela, pero es que es así. Zweig nos va llevando de un momento a otro de la vida de María Antonieta con aparente facilidad e indudable entusiasmo por su biografiada, fenómeno bien conocido en el campo de las biografías. Lo que le interesa es el interior de la mujer, en la medida en que las fuentes que ha utilizado lo revelan, en especial la colección de cartas dirigidas a su madre y, luego en menor medida, sus otros parientes austríacos, junto con las dirigidas a su amante, el sueco Fersen, el único que, por lo visto, la quiso de verdad.
Desde el primer momento el autor nos deja clara la idea principal de su relato: esta es una mujer corriente y moliente, colocada ante acontecimientos de enorme trascendencia y magnitud, y que se las apañó como pudo, ni mejor ni peor que hubiera hecho cualquier otra. Es el "momento histórico" lo que la hizo grande, no sus propias capacidades. Zweig se muestra aquí deudor de la corriente histórica de los héroes, que hace descasar el destino de la humanidad en la actuación de unos pocos hombres (y alguna mujer de vez en cuando) mientras que el resto somos meras comparsas. Por eso, como digo, el contexto aparece muy poco, apenas entrevisto a través de las ventanas que, por cierto, están constantemente presentes: desde los grandes ventanales de Versalles al triste ventanuco de sus últimas horas en la Conciergerie. Bien, pues este centrarse en las personas determinantes contrasta con la idea de que María Antonieta no era especialmente brillante, insistiendo en su frivolidad e incultura hasta que los acontecimientos le superaron. Desde luego, no era el monstruo que pintaron los revolucionarios, ni mucho menos, pero tampoco era una gran mujer. Simplemente, nos dice Zweig, fue una mujer corriente de su entorno que tuvo que afrontar acontecimientos extraordinarios. Al menos, por lo que parece, supo conservar la dignidad, que no es poco. ( )