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This souvenir guide of Hadrian's Wall discusses the wall's construction, its history and importance, its remains, and research done. It provides enough detail to provide a lasting reference. Its illustrations contain maps, coins, pottery, drawings of Roman tools, sketches, and photographs. While a true historian may want more, this provides the information most tourists find interesting.
 
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thornton37814 | Apr 4, 2019 |
El emperador casi perfecto
El historiador británico Anthony Birley recrea en una magistral biografía la sabia personalidad de Marco Aurelio, el césar filósofo de 'Gladiator'
Jacinto Antón
EL PAIS. Barcelona 6 JUL 2009

Fue el "emperador perfecto", según el juicio de sus contemporáneos, con la pequeña salvedad de que eligió como sucesor a un canalla, su hijo Cómodo, que en una rabieta a los 11 años ya quiso lanzar a un sirviente a un horno. Se le podría reprochar también no haber sido un gran comandante, resultar demasiado serio y reservado (demasiado estoico, vamos), carecer de sentido del humor y librar una auténtica guerra de exterminio contra los marcomanos y los sármatas. Pero persiguió la verdad, trató de ser justo y compasivo, practicó la introspección y no se dejó arrastrar por los placeres y la vanagloria, exhibiendo una modestia, una serenidad y una austeridad ejemplares. Marco Aurelio, el césar filósofo que dirigió el imperio entre los años 161 y 180 de nuestra era, autor de las Meditaciones, una obra maravillosa de la que podría decirse -burdamente- que se adelantó dos milenios al género de la autoayuda, es uno de los emperadores romanos más conocidos por el gran público junto a Julio César, Augusto, Calígula, Claudio, Nerón, Adriano y Juliano el Apóstata. El cine lo ha tratado especialmente bien dándole el rostro de dos grandes actores: Alec Guiness, en La caída del imperio romano (1964), y Richard Harris, en Gladiador (2000). Porque, claro, Marco Aurelio es para mucha gente, indefectiblemente, el emperador bondadoso, lúcido y cansado (y asesinado) del inicio de la película de Ridley Scott.
Una extraordinaria biografía recién aparecida en castellano (Marco Aurelio, Gredos), a cargo de Anthony Birley, uno de los más reputados historiadores de la época de los Antoninos -la dinastía que reinó de 96 a 192 y cuyos primeros cinco representantes, los "cinco emperadores buenos" (Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío y Marco Aurelio), determinaron "la época más feliz de la humanidad", al optimista decir de Gibbon-, bucea en las fuentes para ofrecer un retrato magistral del emperador y acercarnos a su verdadera personalidad, e incluso su intimidad, más allá del tópico, el mármol y el celuloide.

Marco Aurelio, recuerda Birley en conversación con este diario, ofrece la excepcional posibilidad de adentrarnos en sus pensamientos al haberse conservado no sólo esa suerte de diario íntimo o soliloquios que son las Meditaciones -"realiza cada acción como si fuera la última", "la amabilidad es invencible", "soporta y abstente"-, sino su correspondencia con su querido tutor Frontón. La biografía, con escenas tan impactantes como la ocasión en que las legiones lanzan dos leones al Danubio para propiciar sus aguas o cuando un rayo milagroso destruye una máquina de guerra de los marcomanos, sigue pormenorizadamente los pasos del personaje desde su nacimiento en el 121, en el seno de una familia arraigada en la Bética, en Hispania, hasta su muerte en el 180 durante la última de sus campañas contra los bárbaros. Tuvo Marco Aurelio 13 hijos -entre ellos dos parejas de gemelos-, de los que buena parte, desgraciadamente no Cómodo, murieron de niños (el emperador expresa conmovedoramente su pena en sus escritos); su mujer Faustina se haría famosa por su infidelidad; poseía nula experiencia militar, tenía una idea algo reductiva del amor físico -"fricción de las entrañas y eyaculación de un moquillo acompañada de cierta convulsión"-, era propenso a los catarros y consumía opio. Se preocupó de mejorar la condición de los esclavos, no le gustaba ver sangre (se llevaba un libro al anfiteatro) y llamó a filas a los gladiadores para compensar la escasez de legionarios. Tras la época de paz y seguridad de sus antecesores, se encontró con un panorama dramático: guerras en el este y en la frontera norte (el inicio de las grandes invasiones bárbaras), una gran plaga (probablemente peste) y una crisis económica galopante para paliar la cual no dudó en subastar mobiliario imperial (todo un ejemplo).

Birley reconoce que Marco Aurelio, pese a sus virtudes, tiene algo que no le hace del todo simpático. "Demasiado maestro, demasiado mojigato, demasiado serio". Pero añade que Adriano, al que dedicó otra gran biografía (Península, 1997) nos hubiera parecido peor compañía. El historiador recalca que se desconoce la causa precisa del fallecimiento del emperador, quizá de peste, pero no cree que fuera asesinado, como en los dos filmes de Hollywood, en los que el culpable es su hijo Cómodo. De esas películas, Birley dice que el inicio de ambas -las batallas contra los germanos- "es realmente impresionante" y que en las dos el retrato del emperador es bastante auténtico (desde un punto de vista menos profesional valora cómo encarna, y nunca mejor dicho, Sofía Loren a Lucila, la hija del césar, en el filme de 1964). "Pero después, cuando sube al poder Cómodo, la historia entera se vuelve tan ridícula que no puedo aprobarla". Marco Aurelio no tuvo, ay, a su lado al general-gladiador Maximus, pero contó con buenos militares como Valerius Maximianus, jefe de la caballería y legado de la legión II Adiutrix que dio muerte con sus propias manos al caudillo germano Valaón.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de julio de 2009
 
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aliexpo | 3 andere besprekingen | May 28, 2018 |
Unless you are into Roman History, I wouldn't bother. Of questionable veracity and authorship.
 
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JVioland | 2 andere besprekingen | Jul 14, 2014 |
"Ho considerato che il mio compito fosse semplicemente quello di registrare la vita di Marco il più accuratamente possibile, inquadrandolo nel suo contesto e permettendogli di parlare da solo... Se questo aiuterà i lettori dei Ricordi a comprenderne meglio l'autore, io sarò soddisfatto." Questo scrive l'autore nell'introduzione, e secondo me il compito che si è assunto l'ha compiuto molto bene. Mi vien da dire che è un lavoro da professionista: accurato (per quanto lo permettono le fonti), serio, diligente e coscienzioso, che fa proprio ciò che promette: presenta brevemente il contesto dell'Impero nei primi due secoli, racconta la vita del personaggio, e gli dà voce diretta nel capitolo finale. Il tutto inquadrato da una disamina delle fonti, e arricchito da note bibliografiche, tavole cronologiche e genealogiche annotate, un inserto illustrato (anche se di scarsa qualità grafica), appendici che esaminano alcuni temi particolari.
Non c'è una valutazione approfondita del ruolo storico del personaggio, che viene comunque presentato con equilibrio e anche con una certa cautela, ben comprensibile dati i limiti quantitativi e qualitativi delle fonti rimaste e la mancanza di molti dettagli (quando penso all'antichità, e considero quanto dell'antichità è andato irrimediabilmente perduto, e non potremo mai conoscere: ebbene, questo mi mette sempre un pizzico di tristezza, e mi è successo anche leggendo questo libro). Lo stile non è elaborato ma piano e leggibile senza fatica, e il testo è spesso arricchito e reso più vivo e diretto da citazioni e testimonianze. In quest'edizione la traduzione non è priva di imperfezioni, e la carta è bella.
 
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Oct326 | 3 andere besprekingen | Jul 10, 2014 |
Vindolanda was a Roman fort in northern England - Hadrian's wall was built just to the north of it. Unusual conditions caused an amazing amount of organic material to be preserved from the 100 C.E. time period, including hundreds of fragmentary documents - ink on thin strips of wood.

This book includes photographic reproductions of dozens of these documents. I am fascinated by paleography but have no expertise at all. It was exceedingly challenging to look at this ancient writing and compare it to the transcription provided, to try to make out which little mark is a "c" and which an "e", for example.

The book starts with a quick modern history of the site - when people first recognized it as a Roman ruin and when excavations revealed the soggy treasures - they were all under water, in anaerobic conditions, like a bog. This discovery is only from around 1970.

The book then reviews the local terrain and how the fort is situated relative to the other Roman forts in northern England and in Scotland. It discusses the various movements of Roman troops in Britain in the first couple of Centuries C.E.

The main body of the book is a review of the contents of the letters. There is a lot of talk about buying and selling of basic supplies. There is talk too of people traveling to visit each other. These documents are not literature, not intended for any audience beyond the recipient. They are just letters and probably account records.

Birley stays quite close to the documents themselves, He does guess at meanings and tries to fill in the blank spaces. But he is careful to distinguish what the documents say from his guesses. There is no grand narrative here, beyond the raw historical sequence of troops arriving and leaving, the soldiers and their officers and the regional government. Birley sorts the documents topically and then just surveys their contents, focusing on the more complete ones.

That such a collection of documents survives from that time is rather amazing. Birley does a nice job of sharing that treasure with his readers. It's probably the best unvarnished look available of day to day life on the frontier of the Roman Empire.
 
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kukulaj | Sep 26, 2012 |
This source is as close to a tabloid as we have from the ancient world. It is anonymous, when it was written is much disputed, and some of the stories within are rather dubious. But, it is just about all that there is covering this period. Very useful, as long as you appreciate the problems with it as an historical source.
 
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flmcgough | 2 andere besprekingen | Mar 8, 2012 |
The life of Marcus Aurelius, the philosopher-emperor and the last of the five good Roman emperors.

We start off with a historical survey of the Roman empire up to the birth of Marcus Aurelius, and then a chapter on his family and early life. Chapters 3-5 tell us about his time as an acknowledged future emperor and then chapters 6-9 discuss his reign, while chapter 10 tells us about his Meditations, and chapter 11 discusses his posthumous reputation. There are appendices on the sources, his family, the was, and the church during his reign.

The second chapter was very difficult to follow, even flicking backwards and forwards to look at the family trees in the appendix. Basically everyone was related to everyone else, but exactly how they were related kept changing because of marriages and adoptions. To make matters worse, they kept changing their names as well. All very confusing.

Apart from that, it was an interesting look at Marcus Aurelius's life, even if a lot of it had to be 'could have' , 'must have', 'probably did' and so on because of the scanty nature of the sources.
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Robertgreaves | 3 andere besprekingen | Apr 22, 2010 |
 
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ColgateClassics | Oct 26, 2012 |
Literature, Non-fiction, Britain, Life in Roamn Britain, Rome, Italy, Anthropology
 
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LWP87 | Jan 5, 2006 |
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