Ramón de Campoamor (1817–1901)

En paralelismo a la corriente romántica final, en la que Rosalía de Castro y Gustavo Adolfo Bécquer sobresalieron, se dio la poesía realista, dividida en el movimiento "retórico", acaudillado por Gaspar Núñez de Arce, y el "prosaico", encabezado por Ramón de Campoamor. El realismo poético no ha sido muy bien tratado por la crítica posterior; pero Campoamor, con su indisimulada intención didáctica, ha sabido salir airoso en perpetuarse en la memoria popular hasta el día de hoy, lo cual es un gran mérito quizás debido a lo que los críticos consideraban demérito: el didactismo y la fórmula compositiva que definió, quizás no muy beneficiosa para la poesía como arte pero sí de una inequívoca honestidad en cuanto a ideario y propósitos. Algunos de sus pasajes se han vuelto incluso proverbiales y se citan sin saber de dónde proceden, como por ejemplo el "en este mundo traidor / nada es verdad ni es mentira, / sino todo del color / del cristal con que se mira".… (meer)

Estos son los tres poemas más extensos y complejos que compuso el autor asturiano. El "Colón", escrito en octavas reales, es un poema narrativo, mientras que los otros dos son composiciones de ambiciosa intención simbólica. Con respecto a "El drama universal", el autor decía que con él había querido "abarcar en una síntesis general las pasiones humanas y las realidades de la vida". Los tres son poemas poco estimados hoy en día, pero que, al lado de otros, todavía se dejan leer. Desde luego que, dentro del mismo autor, lo que mejor ha sobrevivido a día de hoy son sus poemas breves: las "doloras", las "humoradas" y algún otro, como "El tren expreso". Aun así, para el estudioso vale la pena releer estos poemas como documento literario.… (meer)