El problema de la antología es que, al parecer, el autor publicó muy poco y, por tanto, tiene que echar mano de poemas de juventud y aprendizaje, decididamente ramplones, y también de poemas no recogidos en libros que incluyen alguna repetición flagrante. Pero la producción, digamos, oficial de Villaurrutia es muy buena, en especial "Nostalgia de la muerte". Parece ser un poeta de fuego lento, de los que repasa una y otra vez los versos sin terminar nunca de estar acabados del todo. En algunos casos me he encontrado poemas sensacionales, emocionantes. No sé si, como por lo visto dijo Octavio Paz, algunos de ellos son los mejores poemas contemporáneos en español, pero en todo caso están a la altura. El poeta se expresa con la misma soltura y dominio en las formas más clásicas, especialmente sonetos y décimas, que en los versos más libres, lo que contribuye a que el lector mantenga el interés aunque sus temas sean más que recurrentes, obsesivos: la noche, la muerte, las calles solitarias... Pero rara vez se desliza hacia la negatividad, más bien parece moverse en una cierta melancolía o tristeza vaga, incluso deseo de la muerte como momento del encuentro con lo que la vida niega. Un magnífico poeta. ( )