En 2012 y 2014 los dos autores, amigos y vinculados a los jesuitas, celebraron dos rondas de diálogos sobre la idea de Dios. Este libro no reproduce exactamente estos diálogos (los autores tuvieron ocasión de retocar los textos), pero sí su idea. Para Cobo, Dios se revela precisamente en su ausencia, en su separación del mundo, en los que parecen vivir al margen de Dios, los abandonados. Atenderles a ellos es atender a Dios, y Jesucristo es la culminación de este mensaje específicamente cristiano. Melloni, por su parte, tiende a la equiparación (o casi) de todas las religiones como formas diferentes de llegar al mismo Dios, que se revela no tanto en lo negativo como en los aspectos positivos de la vida. Estas última visión parece estar más extendida hoy en día, y resulta sospechosamente cómoda y reconfortante, pero también es verdad que la primera opción, con toda su fuerza indiscutible, parece olvidarse de que Dios nos respeta (por eso se queda en silencio) pero también nos ama realmente, todos los días, como una madre; no se limita a dejarnos a los pobres para que les cuidemos como si fuesen Él mismo y allá nos las compongamos. Pero, repito, la idea de Cobo me parece más interesante, aunque la de Melloni no creo que deba ser despachada como simple "·new age" o autocomplacencia posmoderna. Un libro interesante, en verdad. ( )