Guillermo Orsi

Cuando Sebastián Mareco se entera por televisión de que en un inquilinato de mala muerte han asesinado a un viejo amigo, la tentación de olvidar inmediatamente la noticia tiene los sólidos fundamentos del sentido común y el instinto de supervivencia. El Chivo Robirosa nunca fue un inocente, aunque licuadas en el tercer o cuarto whisky de la madrugada las entrañables imágenes del pasado acarician la memoria de Mareco. La tentación de volver a quien no hace tanto tiempo triunfó en Italia corriendo detrás de una absurda pelota ovalada, de abrazarse por lo menos a su cadáver, regresa mezclada con otros recuerdos y otras nostalgias bastante más inquietantes que la sencilla y alguna vez profunda amistad que los unió.
Por la vida de El Chivo circularon todo tipo de personajes, desde los que le amaron hasta los que se aprovecharon de cada uno de sus gestos y que no encuentran divertido a ese amigo curioso que ha venido desde el pasado olvidado a remover historias que El Chivo se llevó a la tumba. Y aunque la investigación va volviéndose cada vez más peligrosa, para Mareco es, en el fondo, una forma de huir de la desesperanza y de enfrentarse al fin a sus propios fantasmas.… (meer)

Cuando Sebastián Mareco se entera por televisión de que en un inquilinato de mala muerte han asesinado a un viejo amigo, la tentación de olvidar inmediatamente la noticia tiene los sólidos fundamentos del sentido común y el instinto de supervivencia. El Chivo Robirosa nunca fue un inocente, aunque licuadas en el tercer o cuarto whisky de la madrugada las entrañables imágenes del pasado acarician la memoria de Mareco. La tentación de volver a quien no hace tanto tiempo triunfó en Italia corriendo detrás de una absurda pelota ovalada, de abrazarse por lo menos a su cadáver, regresa mezclada con otros recuerdos y otras nostalgias bastante más inquietantes que la sencilla y alguna vez profunda amistad que los unió. Por la vida de El Chivo circularon todo tipo de personajes, desde los que le amaron hasta los que se aprovecharon de cada uno de sus gestos y que no encuentran divertido a ese amigo curioso que ha venido desde el pasado olvidado a remover historias que El Chivo se llevó a la tumba. Y aunque la investigación va volviéndose cada vez más peligrosa, para Mareco es, en el fondo, una forma de huir de la desesperanza y de enfrentarse al fin a sus propios fantasmas.… (meer)

I came away from this book with a very strong sense of a culture that is profoundly different from my own, despite the idea that the main character Pablo Martelli seems to spend as much time driving great distances as we do. I also came away from this book with a profound sense of confusion. To this day, I'm really not sure what on earth was going on, I'm not even 100% that Martelli knew what was happening, and there were points when I wondered aloud if the author had the slightest idea what was supposed to be happening as well.

I won't be at all surprised to hear that many fans of straight up and down crime fiction find NO-ONE LOVES A POLICEMAN profoundly boring, profoundly confusing, profoundly pointless or some combination thereof. It was all of that for this reader as well, although I stuck with it mostly because of a very strong sense of a culture, and because I just had this sneaking feeling that Martelli was as confused as I was. And I did kind of like him as a character, and every now and then I don't mind having no idea what's happening fictionally. Sort of seems to match life really. But this is really is an odd book, and I'm not sure I would recommend it to everyone, but if you're looking for something different, then NO-ONE LOVES A POLICEMAN definitely meets that criteria.… (meer)