Desde sus orígenes hasta sus últimas manifestaciones, la mísica ha sido un arte que se ha concertado con el desarrollo y las visicitudes de la sociedad. Las grandes figuras no solo son el principio de épocas nuevas sino, muy principalmente, el fruto de vastos movimientos artísticos que se han sucedido a través de la historia como expresión de las preferencias de los grupos sociales.
Norbert Dufourcq, profesor de historia de la música y musicología en el Conservatorio de Paris, ha redactado este texto con el fin de presentar sumariamente, sin olvidarse de ninguna tendencia ni de ningún nobre sobresaliente, todas las etapas por las cuales ha pasado ese arte, a partir de los primeros vestigios entre los pueblos de la Antiguedad.